El pasado jueves 13 de marzo los ingleses The Damned con su formación histórica llegaban a nuestro país por primera vez, saldando una deuda con la atemporal fanaticada nacional que repletó el Blondie Club., fecha llevada a cabo por En Órbita.
La jornada comenzó puntualmente a las 20:00 horas siendo los Mono Modo los encargados de abrir las presentaciones antes una todavía pista con poca gente más preocupada de encontrar una buena ubicación que de estar ávida de nueva música, y quizás eso fue algo bueno ya que la banda apostó por un setlist lleno de rápidos riffs y letras furiosas reflejo de una ciudad oscura desesperanzada pero pasional, algo que a medida que avanzaba su show fue capturando la atención de los presentes que iban llenando el recinto siendo justificadamente ovacionados en su final.
Pasadas las 21:00 horas comienza a sonar «The Man With the Golden Arm», una introducción que de cierta forma daba muestras del tenor de la fiesta que se avecinaba en medio de la histeria provocada por la salida del grupo al escenario. La mesa estaba servida y «Love Song» era coreada de forma eufórica por los asistentes que en ningún momento bajaron de ese estado, algunos por la música y otros por efectos del alcohol o drogas.

Si algo se puede criticar al recital es que los primeros temas (ya entre el cuarto y quinto se logró solventar) era el sonido del carismático vocalista Dave Vanian quien por momentos era tapado por la potente base conformada por Captain Sensible (guitarrista), Rat Scabies (baterista), Paul Gray (bajista) y Monty Oxymoron (tecladista el cual por varios pasajes se robo el espectáculo) con lo cual si no eras fan real del grupo quedabas un poco colgado.
«Stranger on the Town», «Fan Club», «Noise Noise Noise» y «Neat Neat Neat» continuaron la fiesta haciendo del mosh un nuevo complemento al hermoso caos creado de forma cómplice entre la banda y la audiencia en la pista atiborrada que veía como se despedía el grupo para un inminente bis que prometía los éxitos que faltaban.
«Curtain Call» fue un descanso necesario que serviría para tomar ante la tormenta que siguió con los himnos del movimiento como «New Rose» (levanten la mano los que la conocimos como la intro del programa Seven Ages of Rock) en la cual pondrían una foto de fondo del recientemente fallecido Brian James (bajista original) y el doble combo final que significan “Smash It Up (Part 1)” y “Smash It Up (Part 2)”.
Siempre la primera vez sea en el ámbito que sea es algo que se recuerda tanto por lo bueno como por lo malo y el debut de The Damned en Chile sin duda va a ser recordado como una noche en que el punk rock volvía a demostrar su vigencia gracias a uno de sus pioneros quienes todavía se los nota con hambre de llevarse todo por delante y no quedarse netamente en lo nostálgico.
