Candelabro presenta su segundo LP “Deseo, Carne y Voluntad”: una obra catártica sobre la identidad chilena

candelabro
La banda chilena Candelabro estrena su esperado segundo LP “Deseo, Carne y Voluntad”, una ambiciosa obra conceptual que a través de 14 canciones explora el rock de ensamble, la experimentación sonora y la crítica social.

“Deseo, Carne y Voluntad” es una obra conceptual donde conviven crítica, ternura y rabia, construyendo un retrato honesto de lo que significa habitar Chile hoy. El álbum resignifica el imaginario cristiano, uno de los pilares simbólicos de nuestra identidad, desde la experiencia personal, la espiritualidad herida y la memoria colectiva. “La bandera, la cruz y Dios no le pertenecen a la derecha”, dice Matías ávila, vocalista de la banda, sintetizando su propósito: recuperar esos símbolos desde una mirada popular y emocional.

Con influencias de Los Jaivas, Congreso, Jorge González, Chico Buarque y Willie Colón, el disco combina lo maximalista y lo introspectivo, dialogando con la tradición progresiva chilena. Con guiños a textos de Gabriela Mistral, Elvira Hernández, Armando Uribe y Humberto Maturana, Candelabro explora la persistencia y la búsqueda de sentido en medio de la contradicción, abordando culpas, dolores y esperanzas colectivas.

Este es el primer disco realmente de Candelabro. No hay nada en él que no haya quedado como queríamos. Cambiamos cosas hasta que todo hiciera sentido”, comenta la banda. “Es un disco sobre la pérdida y la búsqueda espiritual, escrito alrededor de la enfermedad, del trauma, pero también del sentido de persistencia”.

El álbum también nace de un gesto colectivo: su producción fue posible gracias a una campaña de financiamiento apoyada íntegramente por su público. “Es un disco hecho por y para la gente. La campaña de recaudación de fondos fue el primer pie del disco, la grabación en Estudio del Sur fue totalmente pagada por las personas y la campaña. Sin ese apoyo no lo hubiéramos logrado”.

Durante el último año, Candelabro ha consolidado un recorrido intenso: presentaciones en Lollapalooza Chile, una gira por México y Argentina, y una próxima participación en Fauna Primavera. Las experiencias internacionales también se reflejan en el disco, que incorpora samples y arreglos inspirados en los sonidos y escenas de esos países, extendiendo el relato más allá de lo chileno.

“Todos tenemos las mismas pesadillas”, dice Matías, evocando la conexión continental que atraviesa su obra.

El álbum fue grabado en Estudio del Sur y co-producido por Juan Diego Soto, Matías Ávila (vocalista) y Franco Arriagada (baterista), quienes dieron forma al sonido y la dirección artística del disco. La masterización estuvo a cargo de Chalo González, uno de los referentes más importantes del sonido en Chile.

Con “Deseo, Carne y Voluntad”, Candelabro firma una apuesta sin concesiones: un trabajo ambicioso y profundamente honesto que consolida su lugar dentro de la escena independiente chilena, reafirmando su papel como una de las bandas más singulares y visionarias de su generación.