«What’s the Story, Morning Glory?»: Treinta años después, seguimos preguntando lo mismo

Jill Furmanovsky
Escrito por Bruno Corbari.

En el Reino Unido, el álbum (What’s the Story) Morning Glory? de Oasis es más que un disco; es parte de su cultura. Salió en 1995 y se volvió la música de fondo para una generación que creció con problemas sociales, orgullo de clase trabajadora y un nuevo optimismo británico. Pegó justo con el auge del movimiento Cool Britannia, cuando la música, la moda y la política trataban de cambiar la identidad del país después de los años ochenta.

El título mismo muestra lo que es Oasis: “Morning Glory” puede ser una flor que se abre con el sol, pero también es una forma coloquial de decir erección matutina, un chiste que refleja la actitud de los Gallagher. Esa mezcla de seriedad y descaro es lo que define el disco.

Para los británicos, este álbum es como verse en un espejo durante los noventa: guitarras fuertes que dan ganas de saltar, letras que son a la vez creídas y vulnerables, y una actitud rebelde que se escuchaba en los barrios y en los bares de Londres y Manchester. “Wonderwall” se hizo famosa en todo el mundo, pero en el Reino Unido el disco completo hizo de Oasis la voz de una generación que se veía con otros ojos, aunque sabían que no eran perfectos.

En su momento, Morning Glory es un recuerdo de todos: un símbolo del orgullo británico que 30 años después sigue sonando como la fiesta ruidosa de un país que buscaba hacerse valer después de su pasado industrial y con los cambios de la globalización.

Morning Glory en Latinoamérica y Chile

Cuando el álbum llegó a Latinoamérica y a Chile, no se entendió de la misma forma que en Inglaterra. Allá, el britpop era un símbolo de identidad y orgullo de los trabajadores, pero acá se sintió más como algo emocional y musical.

En Chile, a mediados de los noventa, la sociedad joven se despertaba después de la dictadura y buscaba símbolos de modernidad y de unirse al mundo. Oasis entró ahí no tanto por lo que decían sus letras, sino por la fuerza de sus canciones. Los himnos de Morning Glory se volvieron parte de las celebraciones, de las fogatas, de las universidades y de las radios para jóvenes.

Lo interesante es que esas canciones —Wonderwall, Don’t Look Back in Anger y otras— gustaron sin que se entendiera bien lo que querían decir. Noel Gallagher dijo que Wonderwall era sobre un amigo imaginario, o que Don’t Look Back in Anger invitaba a no quedarse en el pasado. Pero en Chile esas explicaciones no importaban tanto. Lo que se disfrutaba era la melodía fácil de recordar, la voz de Liam y los coros que daban ganas de cantar a todo pulmón.

Morning Glory no necesitó ser traducido para triunfar: la música fue suficiente para hacerlo un idioma emocional compartido. En Latinoamérica se festejó más por la energía del sonido que por el significado exacto de las letras, por esa manera casi universal de unir a la gente sin importar lo que dijeran las canciones.

Y entonces, 30 años después, y consciente de que este ejercicio se ha efectuado antes, vamos a desmenuzar canción por canción, en su orden original:

1.Hello 

Noel Gallagher contó que *Hello* nació como una forma de empezar el disco con fuerza: un saludo directo, casi grosero. De hecho, tomó el riff y parte de la melodía de “Hello, Hello, I’m Back Again” de Gary Glitter, pero lo hizo más duro y actual. Empezar el disco con un “hola” fue casi una broma, pero también una provocación: en vez de algo profundo, Oasis abría la puerta de golpe.

Noel dijo: “Pensamos que sería gracioso empezar el álbum con una canción llamada Hello. Como diciendo, ‘aquí estamos, te gusta o no’”.

La voz de Liam es clave: convierte esa broma en un grito de guerra. Donde Noel veía humor, Liam le pone actitud: un rugido que transforma un simple saludo en un golpe de sonido. Hello es un recordatorio de lo que era Oasis: arrogancia, ironía y confianza total en el rock.

En Chile, ese gesto sonó como un portazo a lo formal. Era la llegada de una banda que no pedía permiso para ser escuchada, y ese “Hello” se sintió como una patada, perfecta para una generación que quería crear su propia música.

2. Roll With It

“Tienes que seguir adelante, tienes que tomarte tu tiempo / Tienes que decir lo que piensas, no dejes que nadie te detenga”.

Noel Gallagher la escribió como una declaración de principios del rock and roll, sin rodeos. Era su forma de decirle al mundo: sigue adelante, habla claro, no te dejes vencer. Pero la voz de Liam Gallagher le dio otra fuerza.

Si Noel puso las palabras, Liam las afiló. Con su forma de cantar —con la nariz metida en el micrófono, desafiante, con las manos atrás y la cabeza mirando al público— Roll With It dejó de ser solo un consejo y se convirtió en una amenaza. Donde Noel trataba de motivar, Liam confrontaba. No decía “no dejes que nadie se meta en tu camino”: lo escupía, como si el que se atreviera a hacerlo tuviera que prepararse para pelear.

En entrevistas, Noel la llamó “solo una canción de rock and roll sencilla”. Pero con Liam al frente, esa sencillez explotaba en arrogancia y potencia. Roll With It es un ejemplo perfecto de lo que era Oasis: el hermano mayor escribiendo la canción, y el menor convirtiéndola en un arma en el escenario.

3. Wonderwall

Por años, la prensa insistió en que Wonderwall era una canción de amor para Meg Mathews, la pareja de Noel Gallagher. Él mismo aclaró que no era cierto:

“Los medios le quitaron el significado a esa canción… En realidad, es sobre un amigo imaginario que va a venir a salvarte de ti mismo”.

El título viene de Wonderwall Music, disco de George Harrison. Noel tomó esa idea —un muro mágico— para darle nombre a esa persona que te protege y te rescata.

Pero fue Liam quien la hizo famosa en todo el mundo. Aunque Noel la compuso y después dijo que prefería cantarla él, la voz de Liam le dio algo que ninguna explicación podía quitarle. Su voz sonaba a la vez vulnerable y orgullosa, como si supiera que necesitaba ser salvado, pero sin perder su ego.

Frases como:

“No creo que nadie sienta lo que yo siento por ti ahora”.

y el famoso:

“Porque quizá, tú serás quien me salve”.

en la voz de Liam toman otro sentido: no eran dulces ni románticas, sino duras, casi desesperadas. Eso hizo que en Latinoamérica se entendiera no como una balada de amor, sino como un grito emocional que podía significar muchas cosas: amistad, deseo, nostalgia, refugio.

Ahí está la magia de Oasis: Noel escribía canciones con un significado particular, pero Liam las lanzaba al mundo como himnos que cada generación podía interpretar a su manera.

4. Don’t Look Back in Anger

Aquí pasa algo especial: Noel toma el micrófono y decide cantar él mismo, en lugar de dejar que Liam lo haga. Contó que había escrito la canción “en diez minutos, como si siempre hubiera estado ahí”, y que desde el principio supo que tenía que cantarla él.

La canción empieza con una referencia a John Lennon (“Así que comienzo una revolución desde mi cama”), pero pronto se convierte en un himno de esperanza y recuerdo de todos. El coro —“Entonces Sally puede esperar, sabe que es demasiado tarde mientras seguimos caminando”— se convirtió en una de las frases más cantadas en los estadios británicos y, después, en todo el mundo.

En Latinoamérica, y sobre todo en Chile, Don’t Look Back in Anger se volvió un canto comunitario: no era solo una canción, sino un consuelo para cantar a gritos en momentos de tristeza o alegría. A diferencia de otras canciones del disco, aquí Noel no escribe para sí mismo, sino para todos, dando una canción de esperanza para mirar hacia adelante sin guardar rencor. Liam lo reconoció alguna vez: “Esa es la canción de Noel. Nadie más podría haberla cantado así”.

5. Hey Now!

Menos famosa que los himnos, pero importante para entender el ritmo del disco. Noel la describió como una canción de transición, un respiro después de la energía de las primeras canciones. La letra parece más suelta, pero hay frases que mantienen la esencia de Oasis:

“Me fui de aventón con mi alma al costado del camino”.

La voz de Liam vuelve a ser clave: toma una letra no tan clara y le da forma con su estilo arrastrado y desafiante. El resultado es una atmósfera de viaje, de andar sin rumbo pero con dignidad.

Dentro del disco, Hey Now! funciona como un pequeño descanso, un momento para respirar antes de la siguiente canción fuerte. Para muchos fans, es la canción que mejor muestra la sensación de estar perdido pero seguir adelante.

7. Some Might Say

Fue el primer número 1 de Oasis en el Reino Unido, y una de las canciones que Noel siempre recordó con orgullo. Dijo sobre ella:

“Resume de que se trata Oasis, en realidad. Cantar sobre lo común, pero hacerlo sonar gigante”.

La letra mezcla imágenes de la casa con una energía que se desborda:

“Algunos dirán que no creen en el cielo / ve y cuéntaselo al hombre que vive en el infierno”.

Liam, con su actitud, convierte esas frases en gritos de guerra. El contraste entre lo común y lo importante, tan típico de Noel, llega aquí a su máxima expresión: se canta sobre cosas normales como si fueran épicas, y eso define a la banda.

En vivo, Some Might Say era una descarga eléctrica: Liam gritando, Noel tocando la guitarra, y un público que entendía que esa era una canción para cantar todos juntos, no para pensarla mucho.

8. Cast No Shadow

Noel contó que escribió esta canción como un homenaje a Richard Ashcroft, el cantante de The Verve, un amigo que para él cargaba con un peso enorme. Dijo:

“Se trata de un hombre aplastado por el mundo… la escribí para Richard Ashcroft”.

Los versos lo muestran claramente:

“Atado con todo el peso de todas las palabras que intentó decir”.

La voz de Liam aquí es distinta: menos creída, más contenida. Su forma de cantar deja ver el dolor que tiene la canción. Si en Roll With It gritaba con fuerza, en Cast No Shadow parece reconocer que debajo de la dureza del rock hay un alma frágil.

En el disco, sirve como un momento de calma y de mirar hacia adentro, una confesión que demuestra que Oasis también podía mostrarse vulnerable sin dejar de ser importante.

9. She’s Electric

Aquí aparece el lado divertido de Noel. La canción es casi una burla del pop, con un aire a lo Beatles. Noel dijo alguna vez:

“Es solo una canción tonta y divertida”.

La letra juega con imágenes raras:

“Tiene una hermana, y solo Dios sabe cuánto la he extrañado”.

El resultado, sin embargo, cambia con Liam al frente: lo que en el papel parece liviano, en su voz suena atrevido, incluso descarado. Esa mezcla de comedia y actitud punk la convirtió en una de las favoritas, un recordatorio de que Oasis también podía reírse de sí mismo.

Es la canción más relajada del disco, pero también la más juguetona, como si los Gallagher quisieran decir: podemos ser serios e importantes, pero también sabemos reírnos de todo.

10. Morning Glory

La canción que le da nombre al álbum es una celebración del poder del rock. Noel explicó:

“Se trata de levantarse en la mañana y pasarla bien”.

Desde los primeros riffs —inspirados en otros clásicos como The One I Love de R.E.M.— la canción te atrapa con su sonido. La letra no es complicada, pero transmite la sensación de una vida acelerada:

“Todos tus sueños se hacen cuando estás encadenado al espejo y a la cuchilla de afeitar”.

Con Liam al mando, esas frases suenan como un grito de quien vive el momento, una oda a la juventud que no piensa en el futuro. Su forma de cantar convierte algo normal —afeitarse, mirarse al espejo— en imágenes llenas de energía y desenfreno.

En directo, Morning Glory era una bomba: guitarras a todo volumen, Liam cantando con fuerza, y un público que se dejaba llevar por la energía. Era la declaración de principios del disco: aquí no hay grises, esto es rock para romper el silencio de la mañana con un rugido.

12. Champagne Supernova

Noel Gallagher admitió que ni él sabía bien qué significaba la canción. Dijo una vez:

“Es solo un sinsentido… pero suena bien. Se trata de ser joven y estar drogado”.

Sin embargo, en esa falta de sentido está la magia. El título mezcla algo que dura poco (champagne, burbujas que desaparecen en segundos) con algo enorme (supernova, una explosión de una estrella). Es una comparación con la juventud: brillante, desbordante, pero destinada a terminar.

La letra viaja entre imágenes surrealistas:

“Algún día me encontrarás / atrapado bajo el deslizamiento de tierra / en una supernova de champán en el cielo”.

La forma en que Liam canta convierte esas frases en algo que sientes en el cuerpo. No suena como un poema delicado, sino como un grito desde el alma: lo bueno y lo malo de estar vivo, aunque no entendamos nada.

En la música, los casi ocho minutos de Champagne Supernova son un viaje: empiezan con guitarras suaves y terminan en una explosión. Paul Weller, que participó en la grabación, tocó guitarras y cantó coros que aportan mayor profundidad, creando un sonido expansivo, casi infinito.

Para muchos en Latinoamérica, Champagne Supernova se convirtió en la canción para escuchar al final de la noche: la que se canta cuando ya quedan pocos mirando el cielo, pensando en el tiempo que pasa, la amistad y lo rápido que se va todo. Más que una letra para analizar, es un sentimiento.

En esa falta de claridad, Oasis logró algo eterno: una canción que no dice claramente de qué habla, pero que todos sienten como propia.

The Swamp Song

Aunque en Morning Glory solo hay partes instrumentales (Sin título), The Swamp Song es más que solo completar algo. Es un descanso, un sonido  que detiene las letras del disco para meter al que escucha en un lugar denso. El nombre ya muestra esa sensación pegajosa, casi de peligro, de moverse en aguas sucias.

Noel nunca trató de ponerle letras, y esa idea es parte de su fuerza: a veces, no se pueden explicar las cosas. La guitarra con distorsión, el ritmo que se repite, las capas de ruido y eco nos recuerdan que la música también puede hablar sin palabras, que el rock no siempre necesita versos para dar un mensaje.

En Oasis, el pantano se puede interpretar como una forma de hablar de esa época: la pelea constante entre los hermanos, lo pesada que era la fama que se los estaba comiendo. Más que una pausa, The Swamp Song es un espejo oscuro: un lugar donde no se necesitan palabras y el sonido crudo es suficiente para mostrar peleas y problemas internos.

Escucharla en el álbum es frenar en medio de la tormenta: Es un recordatorio de que en el britpop no todo era genial y con canciones fáciles de cantar: también había una oscuridad que se tragaba todo, un lugar donde la música hablaba con rugidos y distorsión.

…Y LOS LADOS B

Acquiesce

Acquiesce es un clásico por mérito propio. Noel escribió la letra, pero Liam la cantó en el escenario con toda su fuerza. Noel explicó:

“Se trata de lealtad, de apoyar a tus amigos sin importar nada”.

La letra va alternando las voces de los hermanos: Liam canta la parte principal con energía y actitud, mientras Noel lo apoya en los coros. Esa combinación refuerza la idea de hermandad, conflicto y solución: dos voces, dos puntos de vista, un mismo mensaje.

“Dijiste que viviríamos un tiempo / Y sabes que lo haré”

Es una declaración de unión, un “nos tenemos el uno al otro” que suena como un himno juvenil, tanto en el Reino Unido como en Latinoamérica. Lo fuerte de la canción es la mezcla entre la melodía pegadiza y el mensaje de fidelidad en tiempos difíciles.

Talk Tonight

Esta canción es más personal, escrita por Noel durante un descanso de la gira, en un momento de reflexión y soledad. Él mismo dijo:

“La escribí después de una pelea con Liam, sobre estar solo y necesitar a alguien con quien hablar”.

La melodía suave y la guitarra acústica crean un refugio. La letra, llena de tristeza y ternura, transmite vulnerabilidad:

“Caminé por la avenida / Nunca pensé que conocería a una chica como tú”

En vivo, Noel era quien contaba la historia. 

Talk Tonight es como un himno silencioso para mirar hacia adentro: la canción de la despedida, del desahogo personal, del momento en que te permites sentirte frágil sin perder la dignidad.

The Masterplan

The Masterplan es la joya escondida de Oasis. Nació como un simple B-side de Wonderwall, pero Noel la escribió con tal grandeza que terminó convirtiéndose en uno de canciones trascendentales de la banda. Y, a diferencia de otros momentos en que cedía el micrófono a Liam, aquí Noel se adueña de la voz y lo hace con una mezcla de melancolía y firmeza que atraviesa toda la canción.

Él mismo explicó:

“I wrote it thinking about life, about missed chances, about hope.”
“La escribí pensando en la vida, en las oportunidades perdidas, en la esperanza.”

La canción despliega un aire casi filosófico, como si Noel se dirigiera a toda una generación recordándoles que no todo se puede controlar, que detrás de los errores y desvíos siempre hay un plan mayor.

“Try and realize / It’s all in your mind”
“Intenta darte cuenta / Todo está en tu mente.”En vivo, cuando Noel la interpreta, el escenario se llena de solemnidad: su voz áspera, menos arrogante que la de Liam, le da un peso íntimo y reflexivo al tema. Más que un himno de estadio, The Masterplan se siente como una confesión hecha a medianoche, una lección envuelta en acordes que parecen no acabar.

CONCLUSIÓN!! 

Cada canción es como mirar por una ventana distinta: desde la actitud desafiante de Hello hasta la reflexión casi filosófica de The Masterplan. Lo genial es que, si analizas estas canciones con calma y conociendo la historia de cómo se hicieron, te das cuenta de que muchas ideas que teníamos sobre ellas no eran ciertas.

Por ejemplo, Wonderwall no era la típica canción de amor, Don’t Look Back in Anger es casi una declaración de principios sobre no rendirse, y The Swamp Song usa el ruido para expresar cosas que no se podían decir con palabras.

En resumen, tras horas de escuchar entrevistas y analizar lo que los Gallagher dijeron, estamos listos para escuchar Morning Glory de manera diferente. Podemos entender mejor lo que realmente significa, sin caer en la idea tonta de que solo es música para cantar alrededor de una fogata. Ahora podemos apreciar la visión artística y emocional que hizo de este disco un clásico que nunca pasará de moda.